Fuente: www.semanario.uol.com.ar
Susana tiene su propia máquina en la casa, y entrena 3 veces por semana junto a Diana Bustamante, su profesora particular. Está muy satisfecha.
Practica Power Plate, un revolucionario sistema que, sin sacrificios, hace maravillas y que ya es furor en Hollywood. La entrenadora de la diva cuenta por qué lo eligió.
A pesar de que hay dando vueltas un cirujano que salió a ventilar las supuestas operaciones estéticas que se hizo Susana Giménez, y que otros aseguran que el mejor método de la diva para combatir el paso del tiempo es el Photoshop, la realidad marca que Susana tiene otra táctica para mantenerse espléndida. Siempre atenta a las novedades más top que circulan por el medio artístico en todo el mundo a la hora de cuidar el cuerpo, “Su” se ha plegado a la moda del Power Plate, una máquina creada por Gus Van der Meer –entrenador del equipo olímpico holandés-, que ha revolucionado el concepto del fitness, y que ya la utilizan estrellas internacionales como Demi Moore, Madonna, Claudia Schiffer, Julia Roberts, Karl Lagerfeld y otras locales como Guillermina Valdés, Ana Paula Dutil, Carla Peterson, Andrea Frigerio, Dolores Barreiro, Florencia Torrente, Ginette Reynal, Claudia Fontán, Maxi Patané (el amigovio modelo de Torrente) y Jazmín de Grazia, entre otros.
El sistema consiste en una plataforma que trabaja de forma individual y ejerce una acción profunda sobre los sistemas muscular, vascular y circulatorio, de una manera que hasta ahora era desconocida: a través de plataformas vibratorias que, con la ayuda de diferentes posturas, la guía de un instructor y cintas para sostenerse, consigue en 15 minutos lo que los ejercicios tradicionales logran después de varios meses y mucho esfuerzo.
A vibrar, mi amor
La efectividad del Power Plate es tal que en Europa, por ejemplo, los centros especializados en estas máquinas tienen una al lado de la otra como si fueran cintas caminadoras. En la Argentina, las diez sesiones cuestan desde $1190, dependiendo de con qué otras rutinas se combine.
Diana Bustamante, la entrenadora personal de Susana, le explica a Semanario: “Lo que se hace acá son los que se llaman 'estudios', es decir, no es que están en un gimnasio y cualquiera los puede usar, sino que hay centros exclusivos donde uno va a tomar las clases de Power Plate. Se puede ir con diferentes objetivos: pueden ser estéticos (ayuda a los tratamientos para la celulitis, sobre todo por los masajes), físicos, o de rehabilitación, ya que es uno de los mejores tratamientos para la osteoporosis, o para recuperarse más rápido de distintas lesiones. Las sesiones son de treinta minutos como máximo, y lo ideal es hacer dos o tres veces por semana. El entrenamiento es tan intenso, que una hora y media de gimnasio, equivale a treinta minutos de Power Plate. La plataforma vibra entre treinta y cincuenta veces por segundo, por lo que los músculos se contraen esa cantidad de veces por segundo, algo que voluntariamente no puede hacer nadie”. En cuanto a su clienta más famosa, Diana nos deja saber que la diva tiene una plataforma familiar (un poco más chica que las profesionales, pero con las mismas funciones) instalada en su paqueta casa de Barrio Parque.
“Susana está haciendo tres veces por semana, sesiones de media hora. Le encanta porque en realidad no le gusta hacer mucho ejercicio, y esto es como que se hace todo solo. Se enganchó porque obtiene resultados rápidos sin demasiado esfuerzo”, cuenta Diana a Semanario, y agrega: “Lo primero que dijo es que ella no tiene tiempo, además de que no le gusta el entrenamiento. Ahora se dio cuenta de que con sólo media hora, ya se siente mejor.Incluso, me dijo que los días que hace las sesiones duerme mejor, porque queda con una sensación de bienestar. Susana lo hace para entrenar, estar más tonificada y sentirse mejor, ya que no estaba haciendo ninguna actividad física”, agrega.
Aparato milagroso
Para realizar los ejercicios siempre hay que tener las articulación en flexión, para que los músculos estén en tensión y trabajen. Para las piernas está la posición de sentadilla, y para los brazos puede ser la posición de lagartija. Además, hay unas cintas adheridas a la plataforma, por las que se transfieren las vibraciones para hacer otros ejercicios de brazos, en los que, por ejemplo, se ejerciten hombros y bíceps. Este sistema también se utiliza en chicos que tienen que rehabilitarse de enfermedades neurológicas como el Parkinson o la esclerosis múltiple. “Y es muy bueno para tratar lesiones de rodilla u hombros, ya que se recupera más rápido porque se agiliza el sistema linfático. Lo que en un gimnasio te lleva meses, con el Power Plate te recuperás en semanas”, aclara Diana.
Susana encontró un aparato con el que puede cumplir su sueño, que es el de todas: Hacer ejercicio sin sacrificio. ¿Quien quiere probar?
D. I.
Fotos: Cedoc